CARTA FINAL DE IRMA SERAFINA GONZALEZ HERNANDEZ
PRESIDENTA DURANTE EL PERIODO 2020
El día de hoy concluiré mi encomienda como presidenta del Comité para el Fomento y Participación de las Organizaciones de la Sociedad Civil del Estado de Jalisco.
Quiero iniciar mi intervención agradeciendo primeramente a Dios por la oportunidad que me dio de servirle, en este hermoso trabajo de fortalecimiento para las OSC. Y de la misma manera agradecerles a quienes me han acompañado y confiaron en mi. Por supuesto, a todos y cada uno de los compañeros Consejeros y a mi equipo de trabajo.
En nuestro país, las organizaciones de la sociedad civil nos hemos constituido con la finalidad de resolver muchas de las necesidades de la población que se encuentra en situación de vulnerabilidad y que las entidades gubernamentales no les ha sido posible cubrir. Los ciudadanos organizados hemos sido y seguiremos siendo solidarios, además somos un poderoso impulso para el cambio social.
Nos llevó décadas llegar a un modelo de gobernanza donde la forma de interacción de las administraciones públicas con las organizaciones privadas o sociedad civil, no obedecen a una subordinación jerárquica, si no, a una integración en red desarrollada para un fin común en observancia de la vigencia plena de los derechos humanos.
La pandemia ocasionada por el COVID 19 nos hace, una vez más, enfrentarnos a un reto que amenaza la sobrevivencia de algunas de nuestras Organizaciones de la Sociedad Civil. Esta situación también afecta inevitablemente a los empresarios de nuestro país, quienes han apoyado históricamente de forma solidaria a nuestras organizaciones. Aunque, el Estado Mexicano tiene la responsabilidad constitucional de proporcionar el acceso justo y equitativo a la salud, educación, vivienda y alimentación, quienes trabajamos en una OSC sabemos que esta no es la realidad que se vive en nuestro país.
Son tiempos difíciles, según la OCDE, uno de los países de menor crecimiento será México, esto implicará cambios sustanciales en el presupuesto de la federación, y por lo tanto también en cada uno de los presupuestos estatales que en mayor o menor medida también serán castigados según las alianzas políticas.
Para fortalecernos y encarar estos grandes retos, las OSC precisamos apoyos en temas de capacitación, planeación estratégica, plataformas digitales, convocatorias internacionales, voluntariado, servicio social y prácticas profesionales de estudiantes, en fin, un sinnúmero de actividades que las OSC requerimos de forma imprescindible para nuestra sustentabilidad.
Me permito hacer un urgente llamado a la sociedad para acercarnos a quienes más nos necesitan. No solamente el recurso monetario es importante, el recurso humano en estos momentos es fundamental.
Por último, expreso mi sincero deseo de éxito a la nueva presidenta del Comité y a los integrantes del mismo, estoy convencida que harán un extraordinario papel por su nivel de compromiso, convicción, experiencia, sensibilidad y conocimiento.
Expreso mi voluntad de continuar trabajando por el bien de las personas y por el fortalecimiento de las OSC desde el lugar que me encuentre.
Sigamos trabajando en esta tarea que es inacabada, noble y satisfactoria. Cuenten con mi compromiso y amistad sincera.
Por las obras trascendemos y no por las buenas intenciones.
En esta vida lo que sembramos cosechamos, sembremos esperanza, amor y entrega desinteresada y cosecharemos vida para nuestros hermanos y para nuestro país.
“No se ha de olvidar nunca, que todo amor humano, atravesará una prueba de fuerza y que entonces se revelará toda su grandeza” Juan Pablo II